En principio, un e-book es similar a un libro; lo que cambia es el medio. Para un libro tradicional, ese medio es el papel. Como un e-book es la representación digital de un material impreso, el medio puede variar desde una computadora, a un lector digital de e-books (e-reader), PDA, celular o incluso a papel tradicional mediante la impresión del contenido. Usualmente el contenido está disponible en formato PDF, HTML o de texto simple, como el XML; actualmente cada e-reader en el mercado posee su propio formato cerrado, además de leer los abiertos mencionados anteriormente. De cualquier forma, la digitalización del contenido hace a éste mucho más versátil y flexible que el libro tradicional.
Estas características permiten que un e-book esté totalmente indexado, lo cual habilita a los lectores a usar buscadores como Google, catálogos de biblioteca o la misma plataforma de la editorial para buscar libros, dándoles mayor exposición y visibilidad ante una audiencia más grande que su contraparte impresa. De ahí una de las grandes diferencias entre los e-books y los libros: para leer un libro el lector debe acudir a una biblioteca, mientras que a través del internet, éste tiene acceso al contenido en cualquier momento
En el mercado profesional y académico de libros y e-books, existen varios grupos de consumidores. El más pequeño es el de los investigadores, quienes leen pero también escriben libros. Adicionalmente, los desarrolladores de contenido académico engrandecen ese grupo. Por último, una gran base de estudiantes y profesores complementan el mercado académico de libros y e-books.
La CIBER (Centre for Information Behaviour and the Evaluation of Research) en 2008 dijo que su investigación “sugiere que los e-books serán la siguiente historia éxitosa de la industria editorial, aunque la demanda podría ser aún más espectacular como resultado de la enorme población de estudiantes hambrientos por contenido altamente digerido”. Adicionalmente, los investigadores dicen que, por lo general, “uno lee libros antes de poder entender las revistas académicas”.
De “autor invisible” a “autor autopublicado”
El pasaje de “autor invisible” a “autor publicado” nunca fue tan facilitado y hasta motivado como en el presente. El fenómeno de los blogs preanunciaba hacia dónde podían derivar las cosas. En el viejo sistema, la posición de los medios se sustentaba en un modelo productivo estrechamente ligado a la capacidad de difusión. En la era industrial, comunicar masivamente requería capacidades técnicas, logísticas y económicas importantes para hacer llegar el contenido hasta los destinatarios, las que no eran accesibles para cualquier ciudadano. En el nuevo ecosistema, cualquier persona puede producir un texto en formato digital, editarlo con la ayuda de una plantilla web fácil de usar y publicarlo de modo que esté accesible globalmente de manera inmediata en Internet, sin otro costo que el tiempo invertido por el “autor”.
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